jueves, 3 de enero de 2013

El cordón del pantalón del pijama de Álvaro y otros temas sin demasiada importancia.

Que te levantas una mañana y estás rodeada de hombres (la mayoría en pijama) y piensas si saldrás de ahí manteniendo un mínimo de tu feminidad o si empezarás a jugar y a emocionarte con el Fifa, o viendo partidos de fútbol de alevines o juniors entre el Betis y el Atlético de Madrid. Y cuando sueltas el primer ¡oh, mierda! por un gol que no a entrado, realmente te lo planteas. Y que decir ya si te toca coger turno de ducha porque eres la única que no puede compartir el baño (aun que ellos quieran).
Aún me siento mujer cuando ves que todos sin excepción te sacan entre una y dos cabezas y bailo un vals/pasodoble extraño con uno de los tíos más altos con los que bailararé jamás. Y cuando discuten por con quien dormir y yo solo quiero que me dejen bastante hueco ya que me muevo mientras duermo y si me apuras, hasta pego patadas.
Bien, al menos soy la única mujer y no te ponen a fregar. Viva la igualdad, aun que todos nos planteemos la orientación sexual del malagueño (con cariño) y la madre de la casa (que tampoco eres tu) pone un poco de orden y al final hasta conseguimos comer de forma decente aun que no sana. 
Yo no se si a la gente no le parecía raro, tanto tío alto con una muchachilla de apenas metro setenta por Madrid. 
Los temas salen y yo doy mi opinión femenina, que para eso estoy. No se si reír o llorar cuando no paran de hablar "argentino" hasta en el metro. Foto. Otra foto. Lloran porque no hay barquitas. Dos guadalajareños se quejan por no poder hacerse una foto con un bogavante mientras uno que dice que es de Sevilla no para de hablar argentino en mitad del Retiro.
Vuelvo tarde y ya están otra vez intentando que te rompas el dedo jugando a esos muñecos que le dan patadas a un balón pero que parece que van cojos. 
Se montan el espectáculo más parecido a Brodway que he visto en tu vida y me se más de una canción. Me aprendo el himno del River, que no sabía ni que existía ¿por eso lo del acento argentino, chicos?). Se oye de fondo un "dejad eso ya y poned Marea" de uno con una gorra de Los Yankees, y que encima toma Algidol para brindar.  Suena un camino Soria, con el que sin duda se ganan mi corazón si es que no lo han hecho ya y hasta me permito desafinar con ellos. Me llaman cabrera e insisten en que baje el tono de voz que las ovejas (¿no eran cabras?) ya están metidas en el corral. Yo me quejo y replico y solo me llevo alguna mirada asesina de "como baje el vecino le abres tu la puerta". 
Y ya llega el de Uceda, que no se le ocurre otra cosa que pararse a pensar porque el cordón de su pantalón del pijama se le ha metido para dentro, y como según él, eso son cosas de mujeres, no sabe sacarlo. 
Y ahí sigue, con un extremo del cordón por la rodilla y el otro extremo por la espalda ya (por no decir otra cosa). 
Solo digo que suerte tuvisteis de que no matara a alguien después de despertarme haciéndome cosquillas en los pies a las once de la mañana.
A ser felices y solución única pa' tos.
Y muchos besos de buenas noches.

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