viernes, 25 de mayo de 2012

Reflexión de un viernes.

Supongo que os sentís bien haciendo las cosas así. Salváis el pellejo haciendo las cosas igual de mal que la primera vez, pero os salváis. Bueno, yo, no se si a diferencia del resto del mundo (no sería la primera vez que soy diferente) después de casi caerme con algo, la siguiente vez intento ir sobrada, no caerme, si no poder columpiarme encima del precipicio al que la mayoría no caéis porque os salva un que se yo de última hora.
Cuidado, porque un día las súplicas no os salvarán. ¿Por qué no intentáis columpiaros?
¿Soy la única que después de hacer mal algo mil veces, la mil y una intenta mejorar?
Espero que no.

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