sábado, 9 de febrero de 2013

Un borrón.

No se si tengo ganas de morirme o de encarrilar mi vida de una vez por todas. Algo va mal si te paras a pensar, ¿qué haces con tu vida?, si no sabes por donde ir. Solo hablo de caminos, y de vivir sin preocuparme y la verdad, es lo que quiero. Pero cuando te equivocas es duro volver atrás. Me equivoqué. Una vez más de mil anteriores, de un millón de veces que me quedan. Creo que ya he tropezado varias veces con esta misma piedra. Demasiadas. Y en todas el golpe ha sido el mismo.

Con una excepción. Esta sensación vacío, de lucha inmerecida, de palabras de adiós. De arriesgar por nada, de sentir por nada, de sacrificar por nada. 

Camarero, por favor, una ración de dopamina, que me quedan un millón de errores que cumplir.

2 comentarios:

  1. La última frase: Camarero... es muy buena pero ¿seguro que se corresponde contigo? No, mejor no. Pero los escritores podemos permitirnos todo.Adelante, no pares.

    Con cariño

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    1. Se me ocurrió. Intento dar a entender que se que me tengo que equivocar y que no me voy a cerrar y a protegerme para intentar evitarlo. :)

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